miércoles, 22 de diciembre de 2010

Hacer lo correcto

  
 Casi siempre estamos tomando decisiones y la mayoría de veces sin pensar. Porque la verdad, ni se tiene el tiempo para hacerlo ni tampoco lo merece. Hablo de esas pequeñas cosas que conforman con más o menos eficacia lo que va a ser la línea de nuestro día a día.

  Como todo, el mundo de las decisiones se extiende hasta formar un universo propio. Hay muchos niveles de esta línea. Desde elegir entre un bolígrafo u otro, de elegir si te vas a tomarte algo por ahí o te vas al cine, hasta si vivir en otro país o en tu ciudad de toda una vida.

  Después están las decisiones morales, son las más difíciles: decidir si una cosa esta bien o mal, lo que es correcto o no, en base única a nuestro propio conocimiento, negligencia, sabiduría y nivel de enfoque de nuestro estado emocional. Nosotros no somos los mejores jueces de nuestra vida pero somos nuestra mejor baza y a veces única. Muchas veces acertamos pero también nos equivocamos. Estas decisiones conllevan un precio. Porque habalmos de moralidad. Y por ende, de sentimientos.

  Hacer lo correcto a veces implica llevar a cabo acciones que no nos gustan, que no pegan con nosotros, que nos dejan en una posición frágil.

  Imaginad, por un momento, que os veis en una disyuntiva en la cual podéis tomar tres caminos. Hay uno de esos caminos que no queréis tomar bajo ningún concepto, mientras que de los otros dos no quieres escoger: quieres tomar ambos, aunque sea a destiempo. Esto no puede ser, y lo correcto es tomar el camino que nomenos malo. deseas escoger. Uno solo. El mejor, el de en medio, el más recto, seguro y neutral. Ningún camino es bueno. No se trata de escoger entre bueno y malo, sino del menos malo.

  Y esto se trata, nada más y nada menos, de las peores decisiones posibles: aquellas que, implicando también una fuerte dosis moral, suponen un coste doloroso sea cual sea la opción que tomes. Porque no todo en la vida tiene un final enteramente feliz. Qué se le va a hacer.


Marina*
sacado de: http://www.danoliverm.com/2007/09/hacer-lo-correcto.html

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